La influencia de Venus

Dijiste esa noche, recuerdo:
"llegó la hora de los poetas"
a bocajarro,
como en un espasmo incontrolable.

Y yo, no sé si tendrás razón
pero sé
que hay verdades tan grandes y poderosas
que los trozos de tu vida que no se apartan
al verlos llegar
mueren, instantáneamente fulminados
por su resplandor
de certeza absoluta.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi entrada favorita de todas las tuyas. Un beso. ;)

David

Anónimo dijo...

pa mi que tiene razón.

se me caen las lágrimas de felicidad gatita.

dos besos..ya repartes tú.

Anónimo dijo...

Por cierto..el poema te da un puñetazo que te tumba..., es genial.

Y el video..mmmmm...salud y cervezas apañera.

noema dijo...

llega y se queda

Anónimo dijo...

Una delicia de poema.
Enhorabuena!!!


Por lo que veo, los poetas pueden llegar a hurtadillas, en silencio.
O a bocajarro, irrumpiendo con mucho ruido.

No sé cual de las dos formas es más peligrosa.

Besitos

Isa Pe dijo...

Poetaccidental: ¿qué puedo decirte yo que tú no sepas? Pues eso. A manos llenas.

Charlie: gracias por ambas cosas. La cañita queda pendiente de momento.

Alicia: ambas opciones pueden ser peligrosas para la estabilidad de una. Caes de todas todas. Un beso, guapa, y gracias. Nos hablamos.

Slv: Eso espero, que se quede.

Anónimo dijo...

Of course: que me quedo, vamos. Como pa' no. ;)

Laetitia dijo...

todo está escrito...ahora sólo hay que vivirlo...
vamos a por esos gemelos.