Cigüeñas de domingo

Letárgicas, se desperezan
las pestañas,
entregadas a la curva
finita, entre el mirar y el objeto
al que redimen.

Dimensionar
el movimiento, tiene sentido
sólo cuando importan algo
esa visión,
ese párpado,
la lengua de las cigüeñas,
ese momento encerrado
en el reloj de sus picos
martilleantes.