borrachera (debida) de vida

Borrachera de música,
de palabras
de miradas entrelazadas
que conducen a nada
o al infinito,
el absoluto
a través de mi vaso
con gusto
al olor del almizcle,
esos hielos
que no enfrían,
que calientan.


El murmullo de las pestañas,
al caer.
Tantas palabras...


No hay voz,
no hay palabras,
sólo la borrachera
de las horas pasadas,
ese ruido
entre mis dos orejas,
engarzado
como piedra de toque
como sonido
como risa
como nada
como todo.


Toda esa vida, que quema
con deseo
de más vida.


Borrachera de noche
de voz
de ruido
de mí
de tí
o de nada,
de palabras,
de música:
borrachera, por fin
de vida.