Raro, Casi Importante

Destrozando palabras de la no-historia,
de una vida inexistente,
se columpian tus dedos desde las palmas,
aterradores y genuflexos
adoradores de lo cuerdo, de las cuerdas
que amarran lo transcendente, que hacen llorar
a los versos desmembrados y con voz de
cazuela hirviente sobre un silbido
involuntario, que atrae sin quererlo a las polillas.

No sabes nada sobre ti misma,
—sí, tú, pequeña idiota—
más que lo que cediste a esas paginas temblorosas
y débiles, incapaces incluso de
abrir sus propios ojos sin ayuda de tu mano,
ni sus bocas sin ayuda de tus ojos, y sin embargo
consistentes hasta engañarte,
hasta hacerte llegar a sentirte
Casi Importante.

1 comentario:

Soy ficción dijo...

Quiero sentirme casi importante, aunque sea idiota, más que nada por sobrevivir a todo lo demás.