La crecida

Suena extraño, pero la balanza
se refugia acongojada entre las ramas
altas de algún terco árbol
a lamerse las heridas.

Y el escorpión de la desidia
cuelga como un fruto podrido
boca abajo, murciélago en punta
huyendo de las aguas.

La crecida llegó,
ya está aquí la crecida,
portando piedras, barro y rastrojos,
credos, condiciones indecisas.
La crecida...

Tras las aguas, el suelo fresco
parirá quimeras, y los días
salpicarán de incertidumbre al árbol
que quedará con su carga
buscándose en el espejo opaco
que a sus pies corre,
o que corría.

Se fue, ya pasó
ya se fue la crecida
arrastrando barros de congoja
como hojas secas, cantos
rodando en desdichas.

Queda, parece extraño, sólo esta calma,
un folio en blanco, la condición
de no usar más esas viejas mentiras,
para calibrar el crecimiento
del nuevo tiempo que ahora me mira.



8 comentarios:

Anónimo dijo...

Precioso canto al por-venir el de esta crecida. Después de la crecida parece que también viene la crecida; y la tierra fértil. Aquí dejo mi semilla. ;)

David

SuperWoman dijo...

Cuanto tiempo sin escuchar de tí, me alegro de volver a verte actualizada.
Un supersaludo

noema dijo...

Siento que podría firmar también tus palabras, siento que ya lo he hecho. Puede que se hayan perdido algunas cosas que hubiesemos guardado por costumbre mas que por otra finalidad. Mejor así.

Cesca dijo...

Celebro volver a leerte!
Intensa y sorprendente, como siempre!
Un beso muy grande!!!

Carmen dijo...

Yo iba a poner un comentario y ahora no sé qué decir, es como si hubiera menguado al leer esto de la crecida. En fin...
Un saludo al menos.

Divagando dijo...

crecidas... llevo un mes para olvidar... a ver si el limo me trae mejor suerte!!! un besazo.

Hisae dijo...

Algo nacerá después de esa humedad reinante. Los prados serán más verdes, no me cabe duda.

Isa Pe dijo...

Poetaaccidental: hoy, jardinero accidental.

Superwoman: en fase vital compleja, intentaré actualizar más a menudo, y hasta visitarte, que te tengo abandonada ;)

Slv: Mejor, más tranquilas las dos.

Cesca: besos gordos, te escribo en cuanto pueda.

Carmen: no me digas que te he mengüado...que me daría rabia y todo.

Divagando: me ha venido a la cabeza una imagen de pelea en el barro, no sé por qué. Ánimo, estamos las dos con el mes liado, pues.


Mario: esperemos que sí, es necesario un poco de destrucción para volver a poner en pie algo que valga la pena.