Tú: palabra cortante
clavada en mi pecho hasta la empuñadura.
Yo: la muesca sangrante que queda
cada vez que te apartas de mí.
Suyo: cuando tú te enroscas
y te atas a alguien que ya no soy yo.
Mío: el cadaver destrozado
con el dolor que acentúa
mi desplome, mi lamento,
mi vacío.
Vuestro: el puñal que se ceba
sobre mi yo yaciente y herido.
Tuyo: el bajar al infierno
por la traición asesina,
o lo inevitable de seguir siendo
-a mi pesar- uno contigo.
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3 comentarios:
Nosotros: Extrañas almas afines intranquilas e inquietas.
buen post, y me encanta elvis costello
Sohno: la segunda persona del plural, la que a veces falta. Enseguida te diste cuenta, alma afín e inquieta.No me parece extraño.
Iluso: a mi esta canción me encanta, como pasa de dulce a casi amenazadora.
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